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Osteomalacia

Osteomalacia en Ancianos

La osteomalacia se trata de una enfermedad que afecta a la mineralización de huesos en los mayores. Produce dolor e incluso fracturas. Además, es un factor que puede producir dependencia. Lo que acelera el ingreso en residencia de ancianos Granada. Ya que se necesitan cuidados específicos. Que muchas familias no pueden ofrecer a sus seres queridos.

Para que se produzca la mineralización del hueso, se requieren sales de calcio y fosfatos. Para su absorción dependen de la vitamina D, cuya principal fuente es la piel. A través de la piel se sintetizan la luz ultravioleta que recibimos de los rayos solares. Por tanto, son muy importantes las tres sustancias para la mineralización de la matriz ósea, y su osificación. Las causas más frecuentes de la osteomalacia son las alteraciones en el metabolismo del fosfato y vitamina D.

¿A quién afecta la osteomalacia?

Es una enfermedad muy frecuente en ancianos y mujeres postmenopáusicas y se da en todas partes del mundo. En menor medida en África y América latina.

La enfermedad se pude manifestar de forma diferente según la persona. Así hay gente asintomática que tienen la enfermedad y otra a las que les causa un gran dolor. Si los síntomas son muy severos dificultan la vida casi normal, ya que el dolor y la falta de fuerza impide hacer cualquier actividad física.

Los síntomas más frecuentes de esta enfermedad son:

  1. Dolor de esqueleto difuso. Es el más característico de esta enfermedad. Afecta a la pelvis, columna vertebral y parrilla costal.
  2. Hiperestesia ósea. Produce una mayor sensibilidad de los huesos, tal es así que cuando se presionan estructuras óseas duelen más.
  3. Debilidad muscular proximal. Músculos cercanos al tronco, afectando más a los miembros inferiores, doliendo más.
  4. Deformidad en los huesos. Aunque no suelen llamar demasiado la atención.
  5. Fracturas óseas por traumatismos mínimos. Cuando existen huesos frágiles muy poco mineralizados. Suelen afectar a vertebras o al fémur.
  6. Tetania. Se produce cuando el déficit del calcio en muy intenso. Es una enfermedad muy grave en la que aparecen contracciones intermitentes y dolorosas de los músculos. También temblores y espasmos musculares muy dolorosos.

Tratamiento de la enfermedad

Los tratamientos suelen ser la ingesta de vitamina D y calcios adecuados a las personas que presentan esta enfermedad. Cuando se produce por hipofosfatenia, lo adecuado es administrar fosfatos. Para evitar la sobredosificación, es necesario realizar controles de calcio y fosforo periódicos.

Si los síntomas persisten o a la persona le afecta otra enfermedad. Se puede llegar al síndrome de inmovilidad. Lo que agravaría la dependencia de la persona.

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