Predicción de Mortalidad a través del Reloj Epigenético CheekAge: Implicaciones y Potencial
Un reciente estudio publicado en Frontiers in Aging revela un avance en el campo de la epigenética, mediante el desarrollo de una herramienta de predicción conocida como CheekAge, un «reloj epigenético» que utiliza células de la boca para estimar la edad biológica y el riesgo de mortalidad en un plazo de hasta 12 meses. Los investigadores de este estudio innovador proponen que esta tecnología podría abrir nuevas posibilidades en el monitoreo de la salud y el envejecimiento, aunque no se trata de una herramienta determinista para predecir la fecha exacta de muerte. Esta herramienta podría ser muy útil para personas dependientes que residan en una residencia de mayores en Granada, como Residencia Visierra.
¿Qué es el reloj epigenético y cómo funciona?
Los relojes epigenéticos analizan las marcas de metilación del ADN, un proceso en el que grupos metilo se unen a ciertas zonas del ADN para regular la expresión de genes específicos. Con el tiempo, estas marcas pueden reflejar el envejecimiento biológico de una persona, una métrica que se considera más reveladora sobre su estado de salud que la edad cronológica. La metilación del ADN, entonces, permite medir cambios moleculares en el genoma que ocurren con el tiempo debido a factores internos y externos, como el estilo de vida o el medio ambiente.
CheekAge: un avance en los relojes epigenéticos tradicionales
CheekAge ha sido entrenado para utilizar muestras de células bucales, a diferencia de otros relojes epigenéticos que usan muestras de sangre, algo más invasivo y menos cómodo para el paciente. El equipo investigador, liderado por el Dr. Maxim Shokhirev, analizó datos de metilación en células bucales de personas entre 18 y 93 años, y vinculó estos patrones a un puntaje general de salud. Esta medida consideró factores como el nivel de estrés, la educación y el índice de masa corporal, factores que tienen efectos conocidos en el envejecimiento y la salud a lo largo del tiempo.
La investigación utilizó datos del programa de Cohortes de Nacimiento de Lothian (LBC) en Edimburgo, un estudio longitudinal en el que se monitorea el envejecimiento y los factores de salud de los participantes. Usando programación estadística avanzada, los investigadores analizaron la relación entre los patrones de metilación del ADN en células de mejillas y la mortalidad. Se observó que, con cada incremento en el índice de CheekAge, el riesgo de mortalidad por cualquier causa aumentaba en un 21%.
El potencial de CheekAge para medir el envejecimiento biológico
El Dr. David Furman, profesor asociado de Investigación sobre el Envejecimiento, sostiene que este tipo de herramientas pueden ser fundamentales para entender mejor la edad biológica de una persona, un aspecto considerado por algunos expertos como más revelador que la edad cronológica en relación con el estado de salud general. Este avance no solo es innovador por su enfoque en la simplicidad de las muestras de tejido bucal, sino también por su capacidad para estimar la edad biológica y el riesgo de mortalidad en una ventana temporal de 12 meses.
Limitaciones y consideraciones éticas en la aplicación de CheekAge
Es importante aclarar que, aunque el término “predictor de mortalidad” se utiliza para describir el potencial de CheekAge, este reloj epigenético no puede prever el momento exacto de muerte de una persona. Los expertos coinciden en que la expresión “predictivo de mortalidad” puede ser un tanto engañosa y potencialmente preocupante. La Dra. Adele Murrell, catedrática de Epigenética en la Universidad de Bath, subraya que los resultados de este estudio, aunque innovadores, se basan en un análisis retrospectivo y aún no se han validado de manera prospectiva, es decir, con predicciones que luego puedan corroborarse en la realidad.
Dusko Ilic, catedrático de Ciencias de Células Madre en el King’s College de Londres, también destaca que estos relojes epigenéticos proporcionan evaluaciones probabilísticas de riesgo y no predicciones concretas de mortalidad. Expone además que esta herramienta no debe utilizarse para fomentar un enfoque fatalista en las personas, sino para impulsar cambios positivos en su estilo de vida. La información proporcionada por CheekAge podría animar a las personas a llevar una vida más saludable, en lugar de generar ansiedad o inquietud por el riesgo de mortalidad.
¿Por qué la edad biológica es más reveladora que la cronológica?
La edad cronológica de una persona solo indica los años transcurridos desde su nacimiento, pero no refleja directamente su estado de salud. Por otro lado, la edad biológica tiene en cuenta el deterioro celular y los efectos acumulados del estilo de vida en el cuerpo. Factores como el tabaquismo, la obesidad, una dieta deficiente, el estrés crónico y la falta de ejercicio aceleran el envejecimiento biológico y pueden predisponer a enfermedades como el cáncer, la diabetes, la hipertensión y otras condiciones degenerativas.
Para medir esta edad biológica, el reloj epigenético CheekAge analiza marcas en sitios específicos del ADN, llamados sitios de metilación, que han mostrado ser sensibles a los efectos del tiempo y el entorno. Este proceso de metilación controla la activación de ciertos genes y, a medida que se acumulan marcas de metilación en áreas específicas, es posible calcular una edad biológica. CheekAge demuestra que existe una fuerte correlación entre la metilación en células bucales y la mortalidad en personas de edad avanzada, lo que abre nuevas posibilidades para la aplicación de este tipo de herramientas en la práctica clínica.
La necesidad de estudios prospectivos
A pesar de los resultados prometedores de este estudio, expertos como la Dra. Murrell indican que será esencial realizar estudios prospectivos para validar el reloj CheekAge en predicciones futuras. Esto implicaría hacer predicciones en individuos vivos hoy en día y evaluar si estas correlacionan con la realidad en el tiempo esperado. Aunque el análisis retrospectivo realizado hasta ahora ha permitido desarrollar una correlación entre la metilación y la mortalidad, los estudios prospectivos ayudarían a solidificar el uso clínico de CheekAge en entornos de monitoreo de salud y envejecimiento.
Avances en la detección de enfermedades relacionadas con la edad
El estudio de CheekAge también permitió a los científicos identificar genes específicos que podrían estar asociados con el envejecimiento y la mortalidad, tales como PDZRN4 y ALPK2, relacionados en modelos animales con la salud cardiovascular y el cáncer. Estos descubrimientos sugieren que CheekAge podría ser útil para evaluar el riesgo de enfermedades específicas y no solo el riesgo de mortalidad general, lo que abre la puerta a personalizar los tratamientos preventivos.
Perspectivas futuras: CheekAge y la vida saludable
El Dr. Adiv Johnson, jefe de Asuntos Científicos y Educación en Tally Health, enfatiza que el potencial de CheekAge no se limita únicamente a la predicción de mortalidad. En el futuro, este reloj epigenético podría ayudar a los profesionales de la salud a identificar y monitorizar la duración de la vida saludable de las personas, es decir, el tiempo que pueden vivir sin enfermedades crónicas o discapacidades.
Conclusión
CheekAge representa un avance importante en el campo de la epigenética y los biomarcadores de envejecimiento, mostrando que es posible evaluar el riesgo de mortalidad a partir de células bucales y ofrecer información valiosa sobre la salud y el envejecimiento biológico. Aunque aún es necesario realizar estudios prospectivos para confirmar su utilidad a largo plazo, CheekAge podría convertirse en una herramienta no invasiva para apoyar la prevención de enfermedades relacionadas con la edad y promover un envejecimiento saludable.
Este avance subraya la importancia de una comunicación ética y precisa en torno a los relojes epigenéticos, promoviendo su uso como un incentivo para adoptar estilos de vida más saludables en lugar de despertar preocupaciones innecesarias en la población.